#dorisinfluencer

El otro día me creé una cuenta de Twitter. La razón principal ha sido que abrieron cerca de mi casa una cafetería donde puedo gorronear WiFi a diestro y siniestro las 24 horas del día, y esto es un lujo. Deberían abrir más cafeterías así, o aprobar una ley sobre un WiFi universal sin discriminación Android-iOs. Paz entre las distintas razas. En cuanto acabe de escribir esto le mando un correo al presidente con mi propuesta. O un tuit, si eso, que es más cómodo.

No me gustó nada que mi nombre ya estuviese cogido. Doris Bly sólo hay una, y soy yo. Pero me puse @LaDorisBly, que es más molón y da sensación de tía malota.

Otra cosa que no me gusta son los 140 caracteres. Yo necesito 140 páginas, no cuatro líneas cutres en las que no cabe ni medio pedo.

Me he encontrado a gente muy simpatiquilla y he estado charlando con ellos. Viva vuestra amabilidad, coño. Y podéis mandarme un DM simpatiquillo cuando queráis jujuju.

Os regalo esta foto de gente feliz por leerme en las redes sociales. Mirad que bien se lo pasan.