Porque obviamente, depende a qué hora estés leyendo esto. No es plan de que hayas madrugado para ir a trabajar, y mientras cagas el Bifidus Activia que te cenaste ayer leas un "Buenas tardes" a las seis y media de la mañana y con menos energía vital que Vicente Maroto. No, no es plan.

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Mi nombre es Doris Bly, pero podéis llamarme a mi número de teléfono -no iPhone gracias al señor de la tienda de empeños-. O mandarme un e-mail bonito que me anime. Mmmm, no sé qué podría deciros sobre mí. Soy sagitario, aunque no creo en los horóscopos. Lo miro sólo por curiosidad. Alta, de pelo negro ondulado por el hombro. Guapísima. Inteligentísima. Todísima. Puedes buscarme en Google, pero por ahora no salgo. Por ahora.

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A mis 33 años, me desahuciaron de mi adorado hogar. Tuve que empeñar todo lo que tenía, incluida la maleta de Victoria´s Secret, y empezar de cero. Mas que de cero, bajar al sótano -69 y buscarme la vida. Pero todo esto puedes leerlo en mis memorias. Cuando las escriba, claro.

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Sin embargo, eso me sirvió para perseguir mis sueños a tope. Vivir la vida (porque obviamente no vas a vivir una BigMac) a costa de los demás; hacer lo que quiera, cuando quiera, como quiera, donde quiera y con quien quiera (lo que vienen siendo las 5W del periodismo), y ser cantante de reggaetón. Esto también está en mis memorias.

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Dos saludos. Uno en Canarias.